También soñé que leía
Parece impensable que en el momento actual existan aún personas que no han podido experimentar el tan mágico proceso de la lectura, no han aprendido a leer. La alfabetización se encuentra en la vida de algunas de ellas, aunque por determinadas circunstancias, no por ganas sino por motivos ajenos a su necesidad de aprender, han hecho en su empeño tarea difícil.
Hablando con ellas sobre lo que piensan acerca de la lectura sus comentarios me causaron una gran impresión:
”Me gusta escuchar cuando están leyendo”
”No sé qué pone, pero me lo imagino”
”No tuve oportunidad, pero lo intenté”
Sus palabras denotan gran sabiduría, deseo de abrirse a un nuevo conocimiento, aprender a leer. LEER, cuatro letras que forman un verbo que abrirá nuestra mente a t
odo un mundo de sueños.
Son muy variadas las sensaciones que experimentamos ante una misma lectura y las interpretaciones son tan diversas como diversos los lectores. Como si de algo mágico se tratase, transportan a cada lector a un mundo diferente. Maravillosa magia la que arrastran las letras en su intención de comunicar.
Acerquemos esta posibilidad de soñar a nuestros peques. ¿Cómo? Todos los días al menos un cuento, una historia, una poesía. Aprovechando la imaginación de la que disponen los niños, poco a poco disfrutarán del mundo de las letras, pues quién mejor que ellos para crear, precioso tesoro del que todos disponemos pero sobre todo los más pequeños. Un cuento cada día será un gran regalo. ¿Quién no ha gustado en algún momento de una historia? Escucharán para posteriormente entender aquello que lean. De la misma manera que nosotros mostramos gran interés por enseñarles a caminar, comer o hablar, ofrezcamos momentos de escucha para que en un futuro la comprensión de la lectura les ayude en su rutina diaria.
Leer nos hace volar. Por momentos vivimos alejados y a la vez cercanos a nuestras realidades. La lectura nos acerca a personajes y situaciones con las que en ocasiones nos sentimos identificados.
Un cuento cada día, ofreciendo la posibilidad de imaginar.
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